El elefante sabe dónde se para, no es tonto...
La otra noche volvía a casa casi sin aliento tras un día de manifestaciones y contramanifestaciones en Bangkok y ocurrió lo que llevaba tanto tiempo esperando: me topé con uno de las decenas de elefantes que pasean por el centro de la ciudad como una atracción turística. Para no abusar, le pagué al dueño del animal 100 bat (2,2 euros) y le pedí que me dejaran tomarle fotos. Sus cuidadores pasearon al paquidermo por las calles de Nana, uno de los barrios rojos de Bangkok. A cambio de unas cuantas monedas, los turistas pueden alimentar al elefante con caña de azúcar y plátanos.
Las ONG protectoras de los animales han pedido a las autoridades que eviten esta forma de humillar al animal, que además vive en un entorno hostil y completamente ajeno a su hábitat natural. "Fíjate en sus ojos, están llorosos, tristes, porque ellos añoran la selva", me comentó un tailandés. También hay quienes justifican en parte su presencia en la capital.
"La Policía no sabe qué pueden hacer con ellos. Si los apresan, tienen que alimentarlos, lo que es muy caro. Prefieren aceptar un soborno de los cuidadores y dejarlos hacer", me explicó el dueño de un puesto callejero.
Las ONG protectoras de los animales han pedido a las autoridades que eviten esta forma de humillar al animal, que además vive en un entorno hostil y completamente ajeno a su hábitat natural. "Fíjate en sus ojos, están llorosos, tristes, porque ellos añoran la selva", me comentó un tailandés. También hay quienes justifican en parte su presencia en la capital.
"La Policía no sabe qué pueden hacer con ellos. Si los apresan, tienen que alimentarlos, lo que es muy caro. Prefieren aceptar un soborno de los cuidadores y dejarlos hacer", me explicó el dueño de un puesto callejero.
Desde que Tailandia prohibió la tala de árboles, miles de elefantes, que antes ayudaban a mover los troncos por terrenos de difícil acceso, se quedaron sin trabajo. A mi me recuerda al caso del burro en España, donde tras su desuso en los pueblos se ha convertido en una especie en peligro de extinción. Es triste que algunos animales no tengan más salida que desaparecer o convertirse en atracciones de feria.
2 comentarios:
La verdad es que no deja de ser curioso que en una megalópolis como Bangkok te encuentres con elefantes por la calle...
Bueno Gaspar, ya que no pude despedirme de ti en persona cuando regresamos, aprovecho para mandarte un abrazo a través del ciberespacio y espero que todo vaya muy bien por esas tierras asiáticas.
Si alguna vez te dejas caer por Madrid no dudes en avisar.
Un fuerte abrazo,
Jesús Prieto.
Un abrazote, campeón, mucha suerte en tus lides creativas. Espero ansioso poder ver el vídeo sobre la reencarnación en vasca de la tailandesa en ataúdes rosas...
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