jueves, 18 de febrero de 2010

¿Fueron antes los OVNIS o los templos con forma de platillo volante?

Las pirámides egipcias eran la antesala de la muerte, las catedrales góticas apuntaban al Dios de los cielos y los rascacielos de Manhattan encumbraron el poder del capital. Históricamente, los monumentos han sido levantados por los humanos para comunicarse con algún ente superior. Si en un lugar desconocido de un país budista te encuentras un gran edificio con forma de platillo y la cúpula dorada, pensarías en una nave extraterrestre, ¿verdad? Pues no. El arquitecto puede tacharte de tener prejuicios.
La imagen era ciertamente evocadora. 60.000 novicios budistas, vestidos con túnicas azafrán, se alineaban ordenadamente frente al moderno templo en forma de disco. Dudé al principio, pero al final mi curiosidad se desbordó y pregunté por que tenía forma de platillo volante. Mi interlocutora, una impoluta voluntaria con aires de secta benéfica, se giró un poco contrariada. "¿Platillo volante? No, la forma está inspirada en los templos primitivos que se construían en India", me dijo. Entonces yo pensé que quizá los objetos volantes no identificados (OVNIS) del cine se inspiraron en el famoso templo indio y no viceversa.
Aparte de similitudes ocasionadas por el imaginario peliculero, lo cierto es que los templos contemporáneos parecen demasiado hieráticos y hasta frívolos. Quizá el último gran templo sea la Sagrada Familia del arquitecto catalán Gaudí. La modernidad pega más con un rascacielos con una imponente piscina en la planta 58 o museos de intrincadas galerías que con una iglesia abovedada.

 

Parece que a los súbditos tailandeses no les llama tanto la atención la estética del templo-platillo sino su coste. Critican que una religión que predica la austeridad gaste tantos millones en levantar un edificio tan ampuloso. En realidad, hay dos versiones en el mismo recinto de varias hectáreas de área. Uno de ellos repleto de figuras doradas de Buda y del un monje muy venerado en el país. Imagino que nadie puso este tipo de pegas cuando Miguel Ángel decoró la Capilla Sixtina.
En India, la última religión abrahámica, el Bahaísmo -nacido en el siglo XIX-, construyó hace dos décadas un enorme templo en forma de capullo de loto. El edificio, de 40 metros y con capacidad para albergar a 2.500 personas, ha recibido numerosos premios. Parece que la tierra va a empezar a templar de un momento a otro y el templo va a salir disparado hacia la cuarta dimensión. ¿Ciencia ficción o en realidad queremos comunicarnos así con seres extraterrestres? 








 

1 comentario:

JULIO SUAREZ DIAZ dijo...

He visto en los cielos un templo dorado, flanqueado por dos inmensas columnas. En la parte central una complicadísima estructura que cambiaba de forma, en su centro semejante a una pirámide maya o azteca culminaba con una torre cuyo tope era un triángulo. Este se abrió y de el salió una luz que parecía no ser de este mundo. La hiper estructura estaba suspendida a pleno día sin una sola nube en el mes de julio de 2007. De esa nave salieron otras muy pequeñas en comparación que se introducían en otras partes de esta. Toda ella era como el oro deslumbrante. Sus medidas eran de varios cientos de metros de altura y más incluso de profundidad. La inmensa y compleja nave estuvo suspendida así durante varios minutos antes de moverse en silencio. Después se aproximó sobre mi posición, tube la sensación de que se percataron de mi presencia. En ese momento la nave empezó a realizar movimientos lentamente, abajo, arriba, en diagonal, al frente y hacia atrás. Volvió a quedarse inmóvil unos dos minutos hasta que se elevo a mucha altura, en principio calculo que estaría a unos dos o tres kilómetros de mi posición a una altura de no más de 1.500 metros, lo se por la altura del monte donde vi la nave.
Pasado esos dos últimos minutos se elevó hasta casi convertirse en un punto luminoso. Entonces paro y al poco emprendió un vuelo en linea recta en dirección Oeste has desaparecer de mi vista. A un avión comercial le llevaría minuto y medio o algo más desaparecer de mi visión en un día como ese sin una sola nube, a esa súper estructura le llevó no más de 15 segundos.