viernes, 25 de abril de 2008

El timo del dentista

Un dólar: 42 pesos filipinos
Un euro: 66 pesos filipinos, al cambio de hoy.

La peor tortura de todas debe ser la dental. Nunca he sentido un dolor tan agudo y tanto miedo a un bisturí -o como se llame la herramienta que utilizan-. Y por si no fuera poco, también me intentó timar una dentista desaprensiva en el centro pijo de Manila.




Encontré su consulta de casualidad, al pasar cerca del centro comercial de Greenbelt, en Makati, y le pedí cita para que me examinase la dentadura. Hablaba mucho la cotorra y preguntaba más todavía. Parecía más interesada en mi vida personal que en mis dientes. Finalmente, indagó en mi cavidad vocal y me reveló las tarifas de las distintos servicios.

Consulta: 500 pesos
Examen de rayos X: 1.000 pesos
Limpieza dental: 2.300 a 5.000 pesos
Empaste: 2.500 pesos por caries
Extracción de la muela del juicio: 25.00 pesos

Me parecieron excesivos la retribuciones de la dentista, sobre todo teniendo en cuenta que el sueldo mínimo en Filipinas es oficialmente de 7.000 pesos mensuales, y muchos no llegan ni a eso. Pregunté a mis compañeros de trabajo por otras clínicas dentales y fui preguntando por precios:

Consulta: gratis
Examen de rayos X: 1.000 pesos
Limpieza dental: 500 pesos
Empaste: 800 pesos por caries
Extracción de la muela del juicio: entre 2.500 y 8.000 pesos

La consulta de Greenbelt tenía unos precios desorbitados. ¡El timo llegaba al extremo de inflar las tarifas un 10.000 por ciento! Aunque ofrecía la misma tarifa para el examen de rayos X, el truco estaba en que no eran ni rayos ni X, sino que sólo usaba una cámara de vídeo, por la cual lo otros dentistas no te cobran.
Fue un alivio acudir a un dentista honesto que sólo me cobró 5.000 pesos por la extracción de mis dos muelas del juicio inferiores. Aunque mi gozo en un pozo cuando comenzó la operación. Sudé, temblé y hasta imploré mentalmente para que todo acabara pronto. Para mí es un valiente quien afronta los embistes de un dentista a la muela, a la que fuerza, corta y machaca hasta sacar de raíz.
En dos días distintos, empleó dos horas para extraer cada muela. "Tienes las muelas mutantes, y se resisten mucho en salir", me dijo. Nunca olvidaré la sangre y el sonido de la minisierra en mi boca. Como recuerdo, dos semanas de dolor agudo en cada lateral de mi mandíbula.


2 comentarios:

Toni Manchado dijo...

Hey,
me has recordado uno de mis peores días, pero bueno, sólo es una vez en la vida. Me alegra un montón tener noticias tuyas y conocer cosas nuevas. Interesante tú amiga Chin Chin y la historia del “Hombre ciego tocando el banyo” me ha encantado.
Bueno, te seguiré leyendo para que me tengas informado del sureste asiático y para ver como te va la vida. Disfruta de eso, un abrazo y ciao.

Gaspar Canela dijo...

Gracias, tío, no puedo defraudar a mi audiencia. Sois pocos pero bien preparados... un abrazo