sábado, 4 de julio de 2009

Boxeo tailandés: los niños luchadores

Niños de hasta ocho años se enfrentan a daños irreversibles en el cerebro por participar en violentos combates de muay thai o boxeo tailandés, convertido en un lucrativo negocio para los sindicatos de apuestas ilegales en Tailandia.
"Según datos del Ministerio de Asuntos Sociales, hay unos 10.000 niños, y también niñas, que participan en peleas profesionales de muay thai", explicó el pediatra Adisak Pliponkarnpim, director del Centro de Investigación para la Prevención y la Seguridad de los Menores de Tailandia.
Pliponkarnpim señaló que, aunque el boxeo permite unos ingresos de unos dos euros por combate para las familias humildes de los menores, la causa principal de esta práctica se encuentra en el negocio ilegal de apuestas, que mueve ingentes cantidades de dinero.
"En el centro hemos iniciado un proyecto para estudiar los efectos que tienen en los niños los golpes en la cabeza. Tememos que en el futuro puedan sufrir daños irreversibles como parkinson, alzheimer y disfunciones en los oídos y la vista", lamentó el doctor.
Algunos luchadores menores desarrollan prematuramente el "síndrome del puñetazo borracho", que les impide hablar de una forma fluida y clara.
El pasado jueves, un grupo de investigación del Centro de Menores se desplazó a la ciudad de Pattaya, situada a unos 150 kilómetros al sur de Bangkok, para presenciar un combate organizado por Fairtex, una conocida empresa dedicada a la promoción del boxeo tailandés.
En el programa estaban incluidos los combates de seis niños y dos niñas de entre 10 y 15 años con un peso que oscilaba entre los 23 y los 28 kilogramos y medio.
Khundach Sitkhuhnui tiene sólo 12 años, pero ya acumula una carrera de cinco años como profesional de muay thai.
"Vamos a ganar, mi hijo es un verdadero campeón", dijo su orgulloso padre, mientras levanta los delgados brazos del pequeño, quien mira serio e impasible a los turistas que le fotos.
Una vez en el cuadrilátero, el tímido muchacho se convierte en un luchador temerario y encadena sin cesar puñetazos en el rostro y severas patadas en las costillas del adversario.
Tras tres asaltos frenéticos, Sitkhuhnui gana el combate por puntos para la alegría de sus entrenadores y familiares, que no habían dejado de jalear en todo momento.
Su beneficio, unos dos euros, es insignificante comparado por las apuestas realizadas de forma abierta por la mayoría del público tailandés.
Un grupo de turistas, algunos de ellos luchadores de muay thai, sonríen ante la furia de los niños luchadores.
Otros parecen incómodos ante el espectáculo, sobre todo en el momento en que los jueces tienen que llevarse en volandas a unas de las niñas luchadoras porque ha caído desfallecida en el combate.
El muay thai o boxeo tailandés es conocido también como "el arte de las ocho extremidades", ya que se utilizan los puños, las rodillas, los codos y las piernas como armas.
Su origen se encuentra en las continuas guerras que mantuvo Tailandia con los reinos vecinos de Camboya y Birmania durante el siglo XII, en las que los soldados perfeccionaron el manejo de las lanzas y las espadas, así como el empleo del cuerpo como un arma letal.
"No se trata de prohibir el muay thai, ya que forma parte de la cultura tailandesa, sino de impedir que los menores de 18 años participen en los combates, tal como está regulado en la mayoría de los países occidentales", apostilló el doctor Pliponkarnpim.
La legislación tailandesa prohíbe a los menores de edad realizar trabajos peligrosos, lo que incluye los combates de muay thai, pero la normativa se incumple sistemáticamente con el consentimiento de las autoridades.
"Las leyes no sirven de nada si no convencemos a la sociedad de que los niños no deben participar en los combates", afirmó Pliponkarnpim, quien subrayó que "la pobreza no es una excusa, ya que en Tailandia nadie pasa hambre".
Los combates infantiles de muay thai se remontan a unos 40 años, por lo que no forman parte de la tradición tailandesa.



2 comentarios:

Unknown dijo...

¿Que se puede decir? Es un horror y los turistas que lo ven participan en la exploitación. Pero ya sé que es todo más complicado que esto.

Unknown dijo...

Yeah, complemento mi panorama de lo jodidos que estan en Tailandia, buena entrada =D