Los españoles llegaron a estas tierras con la idea de colonizar la ansiada China, pero las fuerzas del Imperio Español comenzaron a flaquear pronto. Incluso nunca llegaron a dominar las regiones del sur del archipiélago, donde los musulmanes mostraban una dura resistencia. Lo que sí hicieron es evangelizar a los indígenas, de forma que hoy día el 90 por ciento de los filipinos es católico.
Así dice Wikipedia, y no se equivoca: "El español está totalmente perdido como primera lengua, salvo por lo que respecta a algunas docenas de familias mestizas y de origen peninsular. Como segundo o tercer idioma es todavía hablado por algunas personas acomododas de la tercera edad. El chavacano, una lengua criolla española, se habla en las provincias de Zamboanga y Cavite".
Gaspar

Muralla de la parte antigua de Manila
No hay cifras fehacientes de cuántos filipinos hablan hoy la lengua de Cervantes. Unos hablan del 3 por ciento de los 90 millones de habitantes de las islas y que hay entre 5.000 y 20.000 estudiantes de esta español. Yo creo que el porcentaje real es incluso menor.
En la vida diaria no se aprecia la herencia española por ningún lado. Muchos filipinos, los menos estudiados, hasta desconocen que estuvieron sometidos a un reino ibérico durante más de tres siglos.
Los estadounidenses, tras expulsar a los españoles, trajeron a Filipinas barcos repletos de profesores de inglés. Tuvieron más éxito que los españoles en extender el uso de su idioma, pero tampoco todos en las islas dominan hoy día la lengua de Shakespeare.
En Filipinas, se estudió el español como asignatura obligatoria hasta 1987, año en el que el Gobierno de Corazón Aquino lo eliminó del sistema educativo. Aquino, que provocó la caída del dictador Ferdinand Marcos, estableció el tagalo y el inglés como idiomas oficiales.
Muchas palabras españolas se quedaron en las islas. El tagalo contiene unas 4.000 palabras en español como "derecho" como indicación, "longaniza", "silla", "mesa", "carpintero", "querida" o "seguro", que en idioma filipino significa "quizá". También existen muchas derivaciones como "Kumusta?" que proviene de "¿cómo estas?".
En la vida diaria no se aprecia la herencia española por ningún lado. Muchos filipinos, los menos estudiados, hasta desconocen que estuvieron sometidos a un reino ibérico durante más de tres siglos.
Los estadounidenses, tras expulsar a los españoles, trajeron a Filipinas barcos repletos de profesores de inglés. Tuvieron más éxito que los españoles en extender el uso de su idioma, pero tampoco todos en las islas dominan hoy día la lengua de Shakespeare.
En Filipinas, se estudió el español como asignatura obligatoria hasta 1987, año en el que el Gobierno de Corazón Aquino lo eliminó del sistema educativo. Aquino, que provocó la caída del dictador Ferdinand Marcos, estableció el tagalo y el inglés como idiomas oficiales.
Muchas palabras españolas se quedaron en las islas. El tagalo contiene unas 4.000 palabras en español como "derecho" como indicación, "longaniza", "silla", "mesa", "carpintero", "querida" o "seguro", que en idioma filipino significa "quizá". También existen muchas derivaciones como "Kumusta?" que proviene de "¿cómo estas?".
En las islas filipinas, además de tagalo, se hablan otras 130 idiomas, que también recibieron muchos términos prestados del español.
Los apellidos en españoles son también muy comunes en Filipinas. En 1810, el gobernador en las islas Narciso de Clavería decretó que aquellos indígenas que aún no tenían apellidos españoles o deletreados en español tendrían que adoptar uno para su identificación y uso legal.
Además, un fraile español escribió la primera gramática del tagalo y el himno y la primera Constitución de Filipinas se escribieron en castellano. La influencia de lo hispano en la historia de este país es innegable.
En el presente, las familias más elitistas hablan en español y se vanaglorian de su pasado mestizo, pero lo hacen para distinguirse del populacho y los indios. La gente corriente desconoce de dónde proviene las palabras en tagalo "raketa", "regla" o "regadera".
Los apellidos en españoles son también muy comunes en Filipinas. En 1810, el gobernador en las islas Narciso de Clavería decretó que aquellos indígenas que aún no tenían apellidos españoles o deletreados en español tendrían que adoptar uno para su identificación y uso legal.
Además, un fraile español escribió la primera gramática del tagalo y el himno y la primera Constitución de Filipinas se escribieron en castellano. La influencia de lo hispano en la historia de este país es innegable.
En el presente, las familias más elitistas hablan en español y se vanaglorian de su pasado mestizo, pero lo hacen para distinguirse del populacho y los indios. La gente corriente desconoce de dónde proviene las palabras en tagalo "raketa", "regla" o "regadera".